El agua es un recurso esencial del que depende la vida y es crucial para la salud de las personas, los animales y los cultivos. Sin embargo, la escasez de agua es un problema cada vez más pertinente. Como se necesitan grandes cantidades de agua para regar un campo, es importante emplear la técnica de riego más eficaz y sostenible para conservar el agua. La cuestión es: ¿qué tipo de riego consume menos agua y cómo podemos medirlo?
¿Qué es la eficacia del riego?
Cuando hablamos de la eficacia del riego, nos referimos a la cantidad de agua utilizada para cada cultivo, la cantidad de agua utilizada para el proceso de riego en general y el esfuerzo necesario para aplicar el agua al campo. La eficacia del proceso de riego puede medirse y calcularse de varias formas, como la tasa de aplicación, la uniformidad de distribución y el coeficiente de uniformidad.
La diferencia entre tipos de riego
El tipo de riego utilizado puede influir significativamente en la cantidad de agua necesaria para el proceso, así como en la eficacia global. Los dos tipos principales de riego empleados en agricultura son el riego por surcos y el riego por goteo.
Riego por surcos: En el riego por surcos, se crean zanjas poco profundas entre las hileras, y se deja que el agua fluya libremente desde la zanja hasta el cultivo. Aunque el riego por surcos es relativamente fácil y barato de instalar, se considera el tipo de riego menos eficaz, ya que el agua no suele aplicarse uniformemente, lo que provoca pérdidas excesivas de agua y la posibilidad de erosión del suelo.
Riego por goteo: El riego por goteo es un método mucho más eficaz de aplicación del agua. En el riego por goteo, el agua llega al cultivo a través de una serie de pequeños tubos o tuberías, cada uno de ellos provisto de un emisor que controla el caudal. Este tipo de riego suele ser más caro de instalar que el riego por surcos, pero permite un control más preciso del caudal de aplicación y proporciona una aplicación más uniforme del agua, con lo que se desperdicia menos.
¿Qué tipo de riego consume menos agua?
Al comparar los dos tipos de riego, está claro que el riego por goteo consume menos agua que el riego por surcos. Se ha descubierto que, por término medio, los sistemas de riego por goteo consumen alrededor de un 50% menos de agua que los sistemas de surcos. Esto se debe en gran parte a la capacidad de aplicar el agua de forma más uniforme y de utilizar un enfoque más selectivo, lo que significa que se necesita menos agua para conseguir los mismos resultados. Además, varios estudios han descubierto que los cultivos son capaces de lograr un mayor rendimiento cuando se mantienen niveles de humedad más uniformes, lo que supone un mayor ahorro de agua.
También es importante señalar que en regiones con altos niveles de evaporación y menor capacidad de retención de agua del suelo, como las zonas áridas y semiáridas, el riego por goteo puede ayudar a conservar el agua de forma aún más eficaz. En estas zonas, la cantidad de agua que se pierde por evaporación y lixiviación suele aumentar con el riego por surcos, pero puede reducirse con un sistema de riego por goteo bien gestionado.
Conclusión
En conclusión, el riego por goteo es el tipo de riego más eficiente, ya que consume de media un 50% menos de agua que el riego por surcos. Esto se debe en gran parte a su aplicación más precisa y uniforme del agua, que permite utilizar menos agua. En regiones con alta evaporación y menor capacidad de retención de agua del suelo, el riego por goteo puede ser aún más eficaz para conservar el agua. A medida que el agua se convierte en un recurso cada vez más escaso, es importante que se empleen los métodos de riego más eficaces y sostenibles para conservar el agua y garantizar un suministro fiable de alimentos para las generaciones futuras.